Si obstruyen las salidas de la represa y los canales de riego, destrozan la pesca, limitan la recreación, aumentan los costes de régimen del agua, previenen la navegación y incrementan substancialmente las pérdidas de agua gracias a la transpiración. Las ventajas ambientales en las zonas ribereñas (muchas de ellas muy densamente pobladas) bien podrían compensar los problemas que tengan la posibilidad de generar en las tierras del interior. En dependencia de las características del valle, si este es extenso y abierto, las áreas inundables pueden ocupar zonas densamente pobladas, o áreas fértiles para la agricultura. En estas situaciones, antes de crear la presa debe evaluarse muy objetivamente las virtudes e inconvenientes, a través de un Estudio de impacto ambiental, cosa que no en todos los casos se hizo en el pasado. Un embalse es un cuerpo de agua compuesto por una construcción en el lecho de un río o arroyo que cierra parcial o totalmente su cauce.
Efectos hidrológicos
En este caso se trata, de embalses completamente incontrolados, que por norma general tienen una vida corta, días, semanas o hasta meses. Al llenarse el embalse con los aportes del río o arroyo, se provocan infiltraciones mediante la masa de tierra no compactada, y vertidos por el punto más bajo de la corona, que llevan a la separación más o menos rápida y abrupta de la presa, pudiendo ocasionar grandes daños a las ciudades y áreas cultivadas situadas aguas abajo. Los embalses asimismo pueden represar las salidas naturales de los lagos para regular los escenarios de agua, como los de la presa de Owen Falls (Lago Victoria) y la presa rusa de Irkutsk (lago Baikal). Estos embalses se indican con un sombreado azul claro; los embalse en construcción (no en proyecto) aparecen sombreados en ocre. Cuando se marchan acercando el otoño y el desenlace del presente año hidrológico, la reserva total de agua en los embalses peninsulares sigue a la baja y hoy en dia se sitúa en el 39,9%, seis décimas menos y 352 hectómetros cúbicos menos que hace siete días, un nivel sutilmente superior a la media de agua almacenada de los últimos diez años (46,9%). El Inventario de Presas se configura como un instrumento de administración de enorme eficacia, que se muestra a través de un visor de cartografía.

Evolución del volumen de los embalses en España
Son siete décimas menos que la semana anterior, donde las reservas perdieron 260 hectómetros cúbicos. Si bien existen efectos ambientales directos de la construcción de una represa (por servirnos de un ejemplo, inconvenientes con el polvo, la erosión, el movimiento de tierras), los impactos mayores surgen del envase del agua, la inundación de la tierra para formar el reservorio y la alteración del caudal del agua, más abajo. Estos efectos tienen impactos directos para los suelos, la vegetación, la fauna y las tierras silvestres, la pesca, el clima, y, en especial, para las ciudades humanas del área. El área de influencia de una represa se prolonga desde los límites superiores de captación del reservorio hasta el estero, la costa y el mar. El objetivo primordial de este post es aprender a efectuar una visualización interactiva partiendo de datos libres. Para este ejercicio práctico hemos escogido conjuntos de datos que poseen información relevante sobre los embalses nacionales. Desde estos datos realizaremos el análisis de su estado y de su evolución temporal en los últimos años.
Así ha evolucionado el volumen y la capacidad de los embalses en España
Ahora se puede investigar la evolución del nivel de agua embalsada en cada cuenca hidrográfica española desde 1988 y la comparación del porcentaje de hoy con el de la media de los últimos cinco años y la última década. Por otro lado, el nivel de agua en los embalses es bastante desigual en el territorio peninsular. Las cuencas que menos agua almacenan en relación con su capacidad son la del Segura (16,1%), Guadalete-Barbate (21,5%), la Cuenca Mediterránea Andaluza (24%) y las cuencas internas de Cataluña (29,8%). Por el contrario, las que están en mejor situación relativa son, por lo general, las cuencas septentrionales, pero son asimismo las de menor aptitud; ocurre en las cuencas internas del País Vasco, Cantábrico Occidental y Cantábrico Oriental. Desde la perspectiva de su aptitud reguladora, el embalse puede tener un ciclo períodico, por mes, de forma anual y también, incluso, en algunos pocos casos, plurianual. Esto significa que el embalse amontona el agua a lo largo de, por ejemplo, 20 horas por día, para bajar todo ese volumen para la generación de energía eléctrica a lo largo de las 4 horas de pico de demanda; o acumula las aguas a lo largo del período de lluvias, mydoggymatch.com 3 a 6 meses según la zona, para utilizarlo en riego en el período seco. Pero lo más esencial es que los embalses de uso consuntivo —aquellos cuyo fin es el consumo humano y la agricultura— están al 39,9%, según los datos del último informe semanal del Folleto Hidrológico, anunciado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).